Confesiones de un Gay

Fin de semana con Julio

Hace un ratito que se acaba de ir julio. Finalmente se ha quedado a comer, he tenido que improvisar, ya que tengo la nevera anoréxica. La verdad es que hemos salido a comprar cuatro chuches y unas cervezas, votar y nos hemos vuelto para casa.

Ayer noche no andaba yo de muy buen humor, el futbol no es lo mío (creo que eso es bastante obvio), aunque me encanta mirar los partidos por las piernas de los tios, algunos están realmente para mojar pan. A lo que iba, ayer salí a tomar una copa (empezando por un bar con cuarto oscuro por si ocurre algún milagro, descienden los ángeles o algún Hada me señala con su Varita Mágica), en el primero no hubo suerte, en el segundo tampoco y en el tercero parece que las fuerzas se aliaron a mi favor. Él no está nada mal, es un hombre de color, aunque su piel se podría decir que es simplemente morena (supongo que debe tener algunos blancos/as o al revés, osea que algún maravilloso hombre negro se casó y dejo su impronta en su árbol genealógico. Total: una maravilla, y lo más importante, esa maravilla se fijo en mi.

Tuvimos un primer encuentro en el cuarto oscuro (nunca viene mal para saber si hay posibilidades, sé que eso le resta frescura y sorpresa si luego te vas para casa, pero también tiene su lado bueno). Aquello fue más una refriega o como diría un buen amigo una simple recalentada que me dejo hambriento y sediento de Julio (así se llama el espécimen). Aunque pude comprobar sus atributos.

Estuvimos de chachara e incluso fuimos juntos a un último bar para una última copa. De allí para mi casa. Yo suelo fijarme mucho en la conversación, no sólo eso, también en la forma de expresarse, supongo que es algo automático, ni siquiera soy consciente de ello (a menos que algo rechine y entonces las alarmas se encienden). Aproveché para verlo andar por la calle (al igual que me gusta observar como viste la gente en aquellas cosas que no son tan visibles). Detalles... detalles...

Llegamos a casa y la historia sería una repetición de otras veces, divertida, intensa, con pequeños detalles que la hacen singular y diferente. Julio es activo, solo le gusta dar, como ya he dicho alguna vez (y si no lo he dicho, lo hago ahora) a mi no me importa demasiado, me gusta todo y me gusta disfrutar por todos los sitios. Para variar Julio no es muy hablador, aunque no le importa responder a mis preguntas con todo lujo de detalles. Nos dormimos despues de una ducha y cambiar las sábanas (que quedaron hechas unos zorros, por cierto, en las peliculas eso no ocurre nunca, no tienen necesidad de lavarse y las sábanas están siempre impecables).

Esta mañana ha sido agradable despertarse junto a alguien para variar, he podido observarlo con tranquilidad (¿alguien no lo hace cuando puede?), unas facciones regulares (no las clásicas de la gente de color: me refiero a la nariz chata, los labios abultados, culo prominente, manos estilizadas...), muy indoeuropeas, tan sólo la piel, tersa y muy muy muy suave, mostraba claramente la hermosa mezcla de sus genes.

Lo divertido es que yo no tenía ganas de que se largará y el menos de desaparecer de mi casa (y de mi vida), así que hemos reanudado las hostilidades (un sinónimo bastante ajustado) y luego hemos tenido que salir a comprar algo para comer (te puedes llegar a perder por los amplios espacios vacios de mi nevera), lo cual no ha estado mal, casi parecíamos la clásica parejita (le he dejado una camiseta vieja, con toda mi mala intención). A esa hora he descubierto que tiene una suave vena humorística.

¡Ah! También he ido a votar.

Hemos comido y luego de vuelta a la cama para dormir un poco (otro sinónimo, esta vez muy poco ajustado a la realidad), pero la verdad es que despues de un último polvo nos hemos quedado dormidos.

Hace un rato que se ha ido. Hemos intercambiado teléfonos y lo mejor es que se ha llevado mi camiseta vieja, así que es muy posible que nos veamos, al menos, una vez más. Ha sido agradable para variar que tu pareja de fin de semana no desaparezca justo despues de correrse.

Y la pregunta: No, no ha sido como con Marcos, faltaba ese toque mágico. La verdad es que debería olvidarlo.....

Un beso hermosos (y hermosas).