Confesiones de un Gay

¡Gracias Judy Garland!

Hoy sábado empiezan las celebraciones relacionadas con el Dia del Orgullo para Gay y Lesbianas. Durante esta semana a lo largo y ancho de este planeta muchos maricones como yo y muchas tortilleras vamos a salir a la calle a reír, cantar y bailar. A besarnos en público, a abrazarnos y mostrarnos tal cual: Visibles como nunca antes. Será algo grande y hermoso. Será agradable ver como contamos con el apoyo de mucha más gente. Va a ser una semana intensa del sábado 26 de junio al sábado 3 de julio.

Muchos decidirán salir finalmente del armario estos días, gracias a esta explosión de maravillosa muestra de solidaridad. Nunca ha habido jamás antes un movimiento cuya única finalidad sea la libertad de amar. En definitiva se trata sobre el amor, la palabra más bella de todas las lenguas del planeta.

Al escribir esto me siento emocionado por todo el esfuerzo, sudor y lágrimas que ha costado llegar hasta aquí y hoy día 26 sábado, justo cuando empiezan los festejos, quiero aquí dejar un pequeño texto en honor a Judy Garland chispa escondida que ayudo a encender la llama de nuestro orgullo.

Hace 35 años, el día 27 de junio se celebraron en New York los funerales por esta actriz, que fue y sigue siendo todo un icono para los gays y lesbianas de aquel país. Había muerto el 22 a la edad de 47 años. Aquella noche todos los gays y lesbianas de New York estaban muy tristes y muy cabreados.

En esos tiempos era muy común que la policia hiciera redadas en los bares que frecuentaban los GLBT (Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transgéneros). Los acusaban de cualquier cosa, los arrestaban, les sometían a todo tipo de degradaciones, insultos y finalmente sus nombre aparecían en listas públicas para que fueran el escarnio de la comunidad, de su familia y a la vez que perdieran sus trabajos.

Pero aquella noche, ya 28 de junio, los ánimos de muchos GLBT no estaban para demasiados excesos. Aquella noche cuando algunos polis decidieron ir al Stonewall Inn (en el Greenwich Village de NY) para divertirse vejando, atemorizando e insultando a todos sus clientes, estos decidieron que ya estaba bien de aguantar, que era suficiente. Aquella noche se rebelaron, los echaron, les tiraron piedras, botellas y empezaron a cantar Gay Power Fueron las lesbianas y las Drag Queen las primeras en lanzar las primeras andanadas.

Aquella noche los disturbios se extendieron por todo el barrio. La poli tuvo que pedir refuerzos y durante todas una semana aquello fue una batalla campal. Cuando acabó, los GLBT de Nueva York, habían ganado el honor de ir con la cabeza alta, con orgullo, diciendo al mundo que su modo de amar no merecía el desprecio del resto del mundo y que iban a luchar por ello.

Aquella noche al principio pocos, luego docenas y finalmente centenas de GLBT decidieron que había que luchar para que ellos mismos y generaciones posteriores de GLBT no tuvieran que pasar por todas esa torturas físicas y psicológicas. Esa chispa se extendió por todo el país y luego por todo el mundo. Ahora 35 años depues, vivimos y gozamos de los réditos de aquella batalla.

Aquella noche en que muchos lloraban a Judy, lloraban por ellos mismos, por vivir una vida que no merecía ser vivida, empezamos a sentir orgullo por hacer visible nuestro amor de hombre por otro hombre y de mujer por otra mujer, en definitiva libertad de amar para todos.

Yo, esta semana, saldré, lloraré de alegría, me emocionaré y abrazaré a todo aquel que se deje abrazar. Cantaré y chillaré y haré saber al mundo que me siento orgulloso de ser como soy, que me siento muy feliz de ser gay, y que si tuviera que volver a nacer me gustaría nacer maricón.

Gracias Judy. Ganaste una batalla después de muerta.