Confesiones de un Gay

¡Tarde divina!

La noche del sábado 26 ha sido una noche para bailar, reír y cantar. La verdad es que no estaba yo por la labor de ligar y así fue, no me comí un rosco (confieso que si hubiera salido algo no lo habría despreciado eso si, pero daba la sensación de que la gente andaba más por la juerga que por ligar).

Así que llegó el domingo... tarde y nada mejor que ir un ratito a la sauna a limpiar toda la suciedad acumulada en los poros de la piel, a relajarse y si surge algo pues una buena limpieza de bajos nunca viene mal.

Entro, me desvisto y nada más pasar por el bar veo un grupito de tíos sentados charlando y, cómo no, mirando al personal. Entre ellos veo a un morenazo cachas, guapísimo (al menos para mi). Como no es plan de quedarse delante paralizado ante semejante monumento e inundar el suelo de mis babas, prosigo mi camino (haciéndome el cegato) y me voy directo a las duchas (me gusta estar limpito que nunca se sabe por donde te van a pasar la lengua). Tras ella directo a la sauna húmeda por aquello de ver quien hay por allí (que sudar, lo que se dice sudar ya llevo días sudando), me meto y aquello esta desierto. Para aquellos que no sepan de que va, las saunas húmedas son como todas, pero con poca luz o con secciones de luz suave a negrura absoluta (depende de cual). Al tener mucho vapor caliente y poca luz la gente se desinhibe con facilidad. En esta sauna la luz es uniforme (suave, es decir se puede distinguir la cara y saber quien es quien) Total que allí estoy yo de pie solo y de pronto se abre la puerta y entra el tío cachas de antes. Se acerca a mi y me mira (luego me contará que lo hizo para asegurarse de que fuera yo). Se pone de pie a unos 20 cm de mi y se me queda mirando provocativamente. Yo me quedo de piedra, vamos que no me lo creo.

Para que os hagáis una idea es del estilo de hombre: se ganaría la vida sin problemas trabajando de PornoStar. El estilo de hombre que vemos en las fotos sexis y que decimos que no existen (porque no los vemos nunca por la calle), moreno, sin un pelo, piel de culito de bebe, músculos marcados de gimnasio (todos, puntualizo yo, que algunos dedican mucho a la parte superior y luego tienen unas piernas que en comparación casi son ridículas), incluso para mi gusto un pelín demasiado musculoso. Guapo a rabiar y un culo salido que es el culmen de la perfección. ¿Qué más os puedo decir? Me he acostado con cantidad de tios, muchos están como un pan, pero este estaría peleando por los puestos de cabeza. Una verdadera gozada.

Así que yo me quedo estupefacto, no me creo eso de entrar y triunfar. En esos momentos yo debía de estar levitando unos centímetros por encima del suelo.

Le estoy mirando y levanto suavemente un brazo, toco con mi mano el suyo y le acaricio suavemente. Ni me la aparta ni se aparta. Así que prosigo y veo como el hace lo mismo y se acerca a mi. Por cierto muy a tiempo porque en esos pocos segundos, quizá un minuto, parece que afuera se haya corrido la voz y como unos tropecientos mil hombres entran en tropel..... y yo (nosotros) a lo nuestro, nos abrazamos y nos besamos, nos tocamos y nos acariciamos. Algunas manos ansiosas nos rodean y aprovecho que le estoy mordisqueando la oreja para decirle que salgamos de estampida del cuarto (es un hablar claro, aún no hemos intercambiado una sola sílaba y en realidad le digo si le apetece ir a una cabina). Ni siquiera me dice que si, directamente me empuja fuera.

Al salir puedo apreciar en detalle todo lo que antes he detallado, así que nos metemos en una cabina y nos liamos. En esto descubro una cosa genial, de vez en cuando, cuando separamos nuestras cabezas (de tanto besarnos) nos miramos y sonreímos. Me encanta el sexo con cierta dosis de alegría y de humor. Es un placer retozar y retozar y retozar sin descanso. Y así nos pasamos como una hora (más o menos), ya exhaustos (pero sin descargar) nos sentamos a charlar un rato. Le pregunto como se llama y responde que Andrés, y le digo: Tu no eres de aquí. Eres un querubín recién bajado del cielo para hacer alguna buena obra. Se echa a reír. Una risa de esas francas.

Me dice a continuación que tiene a su pareja fuera (dentro de la sauna), que son una pareja abierta y que yo le gusto mucho. Todo de corrido, supongo que lo primero para que no me entusiasme demasiado y lo segundo para que no me enfríe demasiado.

Le comento que si desea salir (y dar por acaba la sesión) que no hay problema (en esos casos hay que mantener la dignidad jejeje), y él me dice sonriendo socarronamente que si, que le gustaría salir a ver que hace su amante (pareja) pero que le gustaría tener otro revolcón conmigo, que si le voy a esperar.

-Por supuesto, me encantará –le respondo.

Y sigo.

-Estaré por aquí.

Si estuviera cerca iría a ponerle un cirio a Santa Rita, patrona de los imposibles y volvería corriendo.

Me da un beso y salimos. Aprovecho pasa ducharme de nuevo. Me tomo algo que estoy muerto de sed y le veo con sus amigos (alguno de ellos será su amante pienso). Como me echan alguna mirada, prefiero beber rápido y me largo de allí. Como quien dice Andrés me sigue y nos metemos de nuevo en una cabina y nos liamos de nuevo. Casi otra hora más y esta vez si, acabamos del todo (un suave eufemismo). Estamos sudados, muertos, tumbado uno junto al otro. Nos lo hemos pasado de muerte, yo al menos y por lo que he visto el igual o más que yo. No parábamos de tirarnos piropos el uno al otro (en mi caso completamente inmerecidos).

En estos casos, suelo dejarme llevar por la corriente, es decir dejo que sea el otro quien tome la iniciativa. Soy más discreto y precavido, vamos que no le pido el teléfono, ni le digo que se venga a casa ya mismo (que tengo unas cadenas divinas para atarle de por vida). En estos casos de parejas abiertas existen muchas posibilidades, la menor de ellas es que te inviten a su casa para un trío (en el caso de que tu seas el “exterior” tiene sus ventajas e inconvenientes).

La putada es que no tenemos ninguno de los dos mucho tiempo, llevamos liados dos horas largas, muy largas, y yo he quedado con unos amigos para tomar algo y luego ir a cenar y el supongo que tendrá que “volver” con su amigo.

Para que nos entendamos, estadísticamente es lo más probable. Cuando te encuentras un tío con el que “conectas” tan bien, con el que te gustaría pasar más tiempo, invitarlo a casa, a salir algún día, resulta que suelen ser los tipos que ya están “privatizados” y como tampoco me gusta joder las relaciones de pareja y hay que ser positivo en la vida, pues nada, les ves marchar y les pones la mejor de tus sonrisas, al menos me ha regalado dos horas de una felicidad increíble. Algo realmente muy difícil.

Así que le acabo de meter en mi lista de favoritos con una 10 + 10 (primer numeral calificación de Tíos, segundo numeral calificación de polvo), Es broma claro.

Aún charlamos un rato. Y me hace la pregunta que yo no me atrevo, que no quiero hacerle: ¿Me darás tu teléfono? Sonrío y le digo que si. Que no hay problema. Que me llame cuando quiera. Tiene pareja así que mejor no hacerse ilusiones y yo tampoco estoy muy seguro de lo que quiero hacer en este caso. Mientras nos duchamos juntos (a la vista de su pareja) me da todavía un par de besos (y yo confieso que me encantaba pero que me sentía raro).

Voy al bar y le apunto mi teléfono y mi email. Mientras me visto viene y se lo doy. Aprovechamos para darnos un último abrazo y besarnos “hasta la garganta”.

Me hubiera gustado charlar con él sobre su pareja, sobre como se lo montan, sobre que opina Andrés cuando ve a su amigo retozar y al contrario. Son cuestiones curiosas que me hubiera gustado tratar, pero no ha habido tiempo, Ha sido sexo intenso, muy bueno.

Cuando salía de la sauna (aún dentro) me han llamado mis amigos, poniéndome verde (ya llego tarde, algo raro en mi), les he dicho que salía de “Tomar las aguas” (otro eufemismo) y lo más suave que me han llamado ha sido: Puta, Zorra y Marrana. Como se puede apreciar una dulzura de amigos (me los quiero mucho) y como se puede leer un lenguaje de lo más discriminatorio.

Queda mucha fiesta esta semana por delante.

Pero en este momento como que no me importa nada. Que me quiten lo bailado, vaya domingo 27 que me he pasado. Esta noche dormiré como un angelito, como el ángel que hoy bajo del cielo para visitarme.

Escrito por Izann a las 28 de Junio 2004 a las 05:41 PM